Hoy os traigo un post que me hace mucha ilusión escribir, porque mientras lo estoy haciendo estoy recordando un día mágico en mi vida, mi propia boda, la boda más importante que he organizado.

Me case el año pasado, un 23 de Julio a las 21.00 en El Hotel El Pilar (La Carlota- Córdoba), de donde es mi marido.

Siempre que recuerdo ese día me rió a carcajadas y no solo ese día en sí, sino anteriores y posteriores, ya que pude disfrutar de mi boda desde el viernes hasta el domingo, una verdadera boda gitana.

Recuerdo ese fin de semana como si fuera hoy mismo, todo comenzó el viernes noche, salimos para tomar algo con la gente que venía de fuera, (ya que yo soy de Bilbao), pero teníamos tantas ganas de boda que se nos fue de las manos y nos dieron las 6 de la mañana bailando y cantando “La bicicleta”– sin duda la canción de “mi boda”

La mañana previa me levante con mis amigas en el Hotel donde se celebraba la boda, nada nerviosa, pero si preocupada porque tenía que leer “los votos” que con tanta ilusión había escrito y no tenía voz, la noche anterior me había jugado una mala pasada. Así que tuvimos que recurrir a remedios caseros, infusiones, miel y hasta un huevo batido, cualquier cosa con tal de recuperar la voz.

Cada vez me alegro más de la decisión que tome de vestirme en el lugar donde me case, ya que estuve todo el día entretenida en la piscina del hotel con mis familiares y amigos.

Los nervios no llegaron hasta el momento que me bajé del coche y recorrí el camino más importante de mi vida, al son de la canción más bonita que puede existir (Por debajo de la mesa- Luis Miguel)

Y allí estaba el, más guapo de lo que pude imaginar y no podía dejar de mirarlo…no sabría describiros esa emoción, pero fue un momento que siempre tendré en mi mente y que cada vez que recuerdo mis ojos cogen un brillo especial.

Nunca imagine que la ceremonia sería TAN BONITA como fue, allí lloramos todos, mis amigas nos leyeron unas palabras que jamás olvidare, y SI logre leer mis votos, y, termino la ceremonia con la bonita voz de Rocío y su acompañante a la guitarra.

¡Salimos con lluvia de arroz, pétalos y confeti, mágico momento!!